Almohadas Viscoelásticas
Una almohada viscoelástica no es solo una opción más en el mundo del descanso. Es, para muchas personas, la solución. Fabricada con espuma de poliuretano que reacciona al calor corporal, este tipo de almohada se adapta con precisión a la forma de tu cabeza y cuello. Es como si te abrazara justo donde lo necesitas.
Gracias a su estructura con memoria, ofrece un soporte ergonómico que favorece la postura natural de la columna. Y eso, cuando se trata de dormir, se nota. La presión acumulada durante el día se alivia, el cuello descansa en una posición correcta, y el cuerpo se relaja de verdad.
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¿Para quién están recomendadas las almohadas viscoelásticas?
Estas almohadas se adaptan especialmente bien a quienes duermen de lado o boca arriba, ya que dan el soporte exacto que necesitan estas posturas. También son ideales para personas con dolores cervicales, contracturas o molestias musculares. Si te levantas con el cuello rígido o la espalda tensa, puede que el problema no sea cómo duermes, sino dónde apoyas la cabeza.
Las propiedades antibacterianas y antialérgicas de su material también las hacen muy recomendables para quienes padecen alergias. Y si estás cansado de cambiar de almohada cada mes, te gustará saber que las viscoelásticas mantienen su forma por mucho más tiempo sin deformarse.
En resumen: si buscas mejorar la calidad de tu descanso de forma real, esta puede ser una de esas decisiones que marcan un antes y un después.
¿Cómo elegir la almohada viscoelástica adecuada?
No todas las personas duermen igual, y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Elegir la almohada viscoelástica perfecta depende de cómo duermes, cómo eres físicamente y qué nivel de firmeza prefieres.
Si sueles dormir boca arriba, lo recomendable es optar por una almohada de altura media que mantenga el cuello alineado. Si lo haces de lado, una opción más alta y firme te ayudará a rellenar bien el espacio entre el hombro y el cuello. ¿Eres de los que duerme boca abajo? Entonces mejor algo más blando, o incluso prescindir de almohada.
También hay que considerar el nivel de firmeza. Aunque muchas viscolásticas tienden a ser de firmeza media-alta, existen modelos más suaves para quienes buscan una sensación más acogedora. La altura y la densidad del núcleo (por ejemplo, 50 o 90 kg/m³) influyen directamente en cómo se siente la almohada y cuánto dura.


